La espirometría es un estudio rápido e indoloro para evaluar la función pulmonar, se realiza una medición del volumen, velocidad y flujo de aire que se respira, así como la capacidad de retención de los pulmones para el diagnóstico de enfermedades y evaluación del progreso de un tratamiento.

Antes de una espirometría el paciente debe evitar consumir cafeína, bebidas carbonatadas, medicamentos contra el resfriado, así como procurar una ingesta ligera de alimentos y no exponerse al humo del tabaco.

¿A quién va dirigido?

Se indica a pacientes con enfermedades pulmonares obstructivas o restrictivas como asma o fibrosis quística, es un estudio diagnóstico que ayuda a determinar la causa de la falta de aire, la tos o la sibilancia y evaluar el funcionamiento de los pulmones previo a una cirugía.

La espirometría se indica en niños mayores de 5 años de edad, no se realiza en pacientes con dolor de pecho, que han sido recientemente sometidos a cirugías de ojos o abdominales o que padecen fecciones cardíacas graves.

• Espirometría Simple

Aspiración máxima de aire y exhalación parcial y prolongada para determinar los volúmenes estáticos y capacidad de los pulmones, posteriormente se somete al paciente a respirar de forma rápida y con el máximo esfuerzo para obtener una lectura completa de la función pulmonar.

• Espirometría con Broncodilatación

Evaluación de la función pulmonar previa y posterior a la administración de una sustancia broncodilatadora por vía inhalatoria, tiene como objetivo determinar si la condición de los pulmones puede ser tratada con medicamentos específicos.